Blind Tears: Síndrome de Cotard

Las personas que padecen esta enfermedad mantienen la creencia de que están muertos. Creen que no existen y que sus órganos internos se van pudriendo rápidamente. En casos extremos los pacientes pueden percibir el olor de la carne en putrefacción o sentir como los gusanos los deboran por dentro.

Junto con esta sensación de muerte el paciente puede experimentar una idea de inmortabilidad, como si se hubiera convertido en una alma en pena.

De aquí va a salir el nombre para mi libro: Cotard. Quiero hacer un paralelismo entre las características de esta enfermedad y la sensación de desamparo y tristeza que siente el protagonista (Evans). Ambos son almas en pena que vagan por las sombras del mundo.
A lo largo de nuestra vida hay momentos en que nos encontramos más muertos que vivos.

Lonelinesses

Apenas queda tiempo. Lo intuyo en tu mirada que más que nunca se ha hecho mía. Como siempre sigo aquí y a la vez no estoy. Miro con dulzura tu pálido rostro que refleja lo que nosotros ya sabemos. Todo es demasiado triste. Estas historias no tendrían que repetirse con tanta frecuencia. Tu mano sigue bajo la mía aunque noto como si a cada segundo se fuera desvaneciendo, dejando tras de sí un vacío insoportable sobre la fina superficie de madera. Pareces incorpóreo. Estos últimos momentos están resumidos en nuestras miradas. El tiempo va lento y a ti cada vez te pierdo con más rapidez. La ciudad sigue triste tras el crital y el café está frío. Cuando ya no estés volveré a ser una soledad. Una mera existencia que no se encuentra en esta ciudad repleta de soledades.

The Choice

Através de la temprana niebla puedo ver visiones sobre las cosas que aún no han sido que retienen dolores para mí. Realizo y puedo ver... El suicidio es sin dolor, puedes tomarlo o dejarlo. El juego de la vida es duro de jugar. Voy a perderlo de todos modos. La espada del tiempo ha perforado nuestras gruesas pieles. No lastima cuando comienza, si no cuando destruye todo lo de dentro. El dolor crece, el reloj va más fuerte. No hay dolor. No hay sensaciones. La pregunta clave es ser o no ser. Yo no tengo paciencia para las respuestas. Este suicidio es sin dolor. Puedo dejarlo a tomarlo... y tú puedes hacer lo mismo.

Fragmento de Lestat el vampiro

¿Te das cuenta? ¡Nunca, ni siquiera cuando todo haya terminado, sabremos por qué diablos han sucedido las cosas como lo han hecho! Moriremos sin saber nada. Jamás conoceremos nada, y
este vacío se prolongará indefinidamente. Y nosotros dejaremos de ser testigos de él; ni siquiera tendremos esa mínima capacidad para darle sentido en nuestras mentes. Estaremos muertos, muertos,
muertos... ¡sin alcanzar jamás a saber!
No habrá día del juicio, no habrá una explicación final, no habrá ningún momento luminoso en el cual todos los terribles errores cometidos serán corregidos y todos los horrores compensados.

Grupos y canciones

30 Seconds to Mars (Fantasy)
Aiden (The last sunrise)
Alexis on Fire (pulmonary archery)
Apocaliptica (bittersweet)
Artic Monkeys (Old Yellow Bricks)
Billy Talent (Falen Leaves)
Blur (song)
Cat stevens (Dust in the Wind)
Clint Mansell (Requiem for a Dream)
Coldplay (Violet Hill)
Escape to Fate (White Lies)
Evans Blue (Quote)
Four letter Lie (Feel like fame)
From autumn to Ashes (Autumns Monologue)
Funeral for a Friend (Roses for the Dead)
Green Day (Wake me up when september ends)
Hawthorne Heights (Decembers)
Hawthorne Heights (Decembers)
He is legend (eating a book)
Him (Join me)
Hyde (evergreen)
Marilyn Manson (They said the Hell's not hot)
Metallica (Fade to Black)
Muse (Supermassive Black Hole)
My Chemical Romance (Cancer)
Nirvana (Smells Like Teen Spirit)
One republic (Stop & Stare)
Paramore (My Heart)
REM (Mad World)
Saosin (Seven Years)
The Rasmus (Black Roses)
The Red Jumpsuit Apparatus (Your guardian angel)

Cotard (Capítulo 3)

Mantenía la certeza de que en cualquier momento, aquella criatura aparecería como si de un espectro se tratase entre el verdor del agua con su piel mortecina y blanca para acabar conmigo. Durante algunos instantes perdí el conocimiento y con él todo lo que me rodeaba pero, como si de un pase de diapositivas de tratase, aquel lúgubre vacío se iba alternando con el color esmeralda que producía la tenue luz al traspasar el hielo y adentrarse en el agua. Podía analizar cada sensación producida por el dolor una por una y detenerme a estudiarlas; comprobar el foco principal y su propagación; sentir su repercusión en mi cuerpo. Me asfixiaba.